Buenos tiempos mis jóvenes amigos...

He venido a este Mundo para dar amor y abrazar con el alma la esperanza de vida. Ayudar, dar y amar... todo es un mismo sentido de vida. Agradezco a los elementos del Universo por darnos su energía y por permitirnos compartir cada día.
Dios... nos bendice con el día y el respirar que son un milagro.
Gracias a Dios Padre... y gracias a las voluntades de cada uno de ustedes de amar y sonreír.

lunes, 21 de octubre de 2013

La bailarina esperó las luces… ellos, soñar

Silencio… la estoy mirando.
¿Es que no ven su mirada?
…esta vez no escuchemos la música y no nos dejemos dominar por sus mágicos movimientos.
Esta noche no.
Mírenla tan frágil… pura y delicada.
Mírenla siendo nuestros sueños y vistiendo nuestros tiempos.
Mírenla llorar con cada movimiento y miren que su latir está sufriendo.
Su arte y coraje están pereciendo con cada nota… con cada paso y con cada lágrima que nos conmueve.
Danzante de batallas e indescifrables sueños… de misteriosas ansias y de talladas distancias… esas que esta noche recuerda.
La música terminó… y la luz se apagó.
Todos lloramos su final… todos no dejamos de admirar… pero ella ya no estaba.
No pudo ponerle nombre a su amor porque la música la enclaustró…
…no pudo volver a su pueblo, a ese de sus raíces, porque el arte la enrumbó,
No pudo… aunque duela, no pudo.

La bailarina sostuvo su mundo entre secretos y esperanzas que su mirada celosamente guardó.
Los simples humanos jamás supimos de soledad, esfuerzo o sueños… sólo de su arte.
Los dioses, dijeron que ella musitaba su historia en cada danza y que entre los aplausos gritaba sus penas sin que alguien la escuchara…
…nunca lo supimos. Nunca lo entendimos.
Ella fue un milagro, un sueño pero la música se acabó y la luz se apagó.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Extraño tu verbo GENIBE...