La moneda
se lanzó tan alto que giró a la melodía de los que partieron.
Cayó en
esa tierra y alteró alguna huella que intenté olvidar... pero que ella se encargó
de sellar.
Nadie quiso
bajar la mirada...
…la
apuesta estaba hecha y el designio del azar asentado.
Vi miradas
de angustia, llantos aguantados y esperanzas agonizando… no hubo alguno que
confiara en el azar. No hubo uno que bajara la mirada.
El silencio
nos estrujaba las entrañas así como el llanto lo hace con el alma del infante
ilusionado.
Entonces,
comprendí que tenía que recogerla...
Cerré los
ojos y la sentí despacio… una lagrima me quebró pero un recuerdo me soportó.
Me abracé
con soledad y el temor se fue... se fue o es que sólo se cansó de esperar y murió.
No pude
soportar a la moneda y caí… caí en lo que no recuerdo y grité en mis recuerdos
y en mis insanias que me calmaron, como siempre entre sus mundos y vetustos pecados.
...
Sólo yo
vi la moneda… sólo yo guardé y soporté su profecía.
1 comentario:
eso me a pasado :[
ke c puede hacer en esos casos???
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