“no quiero ser aquel instante en tu vida… pero sí amarte”.
Entregué amor y solté esperanzas sin temor…
Besé y amé, lo juro.
Susurré tu nombre para que no partiera. Olvidé los caminos para no partir yo.
Busqué tatuarme tu nombre con tus uñas y con tu sudor tu aroma.
Traté de abrazarte y respirar tu exhalar para que mi corazón no agonice de pena o de pensar que partirás.
Sujeté tu mano por el camino para que no caigamos… anduve despierto sin brebajes para recibirte en la noche. Y de esas, te abrigué cada una para que descanses en placer o ames hasta desvanecer.
Te desperté con besos que tú provocabas… te amé con mis manos y con la mirada.
Conversamos tantas de tantas distintas maneras que aún en silencio nos comunicábamos… cómo no recordar si pensarte no es quererte olvidar sino amar.
Te nombré “mi amor” tantas veces como quien vaticina estas instancias. Te dije que “te quiero” tantas veces como las sentí y más fueron las que se intensificaron…
Te ofrecí y juré algo… y otras cosas sólo las soñé.
Te rogué que te quedaras y me dijiste que partiera.
Soñé que dormías en mi pecho… pero me dijiste que todo sólo fue un sueño.
…y aún hoy sólo agradezco, bajo la cabeza, me abrazo a mi tiempo y no entiendo.
2 comentarios:
Duele mucho lo que escribes.
¿De dónde eres?
Que lindo, dificil y doloroso.
Se te quiere buen Genibe.
Mary
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