Buenos tiempos mis jóvenes amigos...

He venido a este Mundo para dar amor y abrazar con el alma la esperanza de vida. Ayudar, dar y amar... todo es un mismo sentido de vida. Agradezco a los elementos del Universo por darnos su energía y por permitirnos compartir cada día.
Dios... nos bendice con el día y el respirar que son un milagro.
Gracias a Dios Padre... y gracias a las voluntades de cada uno de ustedes de amar y sonreír.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Un viejo mirando su recuerdo entre rocas...


Subieron despacio sin mirar el camino.
Llegaron al mar entre tropezones, cansancio y el espíritu lleno de ansiedad.
El viaje fue largo pero se pudieron conocer.
El viento jugaba con sus prendas y los aromas les dejaban un recuerdo.
Fuimos los tontos los que pretendimos terminar la cita.
Los niños jugaron a la orilla de la mar, esa que es un final y un inicio. Esa, esa a donde llegamos.
El destello en las miradas reflejaba la intranquilidad de las olas… y la sonrisa, la inmensidad de un regalo natural.
Fueron niños y enamorados, fueron soñadores y conquistados.
Los vi toda la tarde. Los vi cómo bronceaban sus sueños y cómo abrazaban la soledad de ser felices.
El único reto, las rocas. El único aplauso el de partida.

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