Y entonces se sentó, vio varios papeles y su rostro
diseñó una expresión… un mapa muy lejano de sus sueños o las enseñanzas de su
madre.
Pensó que sólo una pequeña lámpara lo iluminaba. La
apagó y lloró.
La oscuridad sólo permitió escuchar a un hombre
consumido por amar lo material… y esa su propiedad se había adueñado de él. Lo
derrotó, lo humilló y en oscuridad dejó.
Se creyó sólo y olvidado... entonces durmió y no lo
recordó.
Despertó… despertó y no habían lámparas que alumbren
pero un destello lo iluminaba. Una pequeña raja en alguna ventana de esa casa
tan celada, permitió que una luz lo iluminara. Despertó y notó que era otro
día. Levantó la cabeza y vio que el destello alumbraba sus manos… las retiró y
el destello alumbró su corazón.
Dios le demostró que no es de este mundo y que no
necesita lo material… para estar iluminado.
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El Padre jamás te deja, sólo permite que te atrevas
a andar pero al caer Él te protegerá.
1 comentario:
wow (=
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