No lo hagan…
No se inquieten por su futuro o las dudas o los temores… no le teman a algunas lágrimas porque buscando entre ese confuso manantial podrán sentir… eso, sentir.
Un día… una fecha, un recuerdo y algunos “gracias”. Todo en la sonrisa de sentarme y sólo recordar.
Sé que amé alguna vez y me amaron lo suficiente para poder abrazar.
He recorrido tantas almas que sé que no son los años de la vida sino la vida que le ponemos a los años.
Sé que pronto partiré y no me urge terminar o cumplir… sólo me aterra esa ansiedad.
Y sí, tengo miedo… de quienes no volví a saber y de a quienes prometí no olvidar. De esos niños que no me soltaban y de algunas lágrimas queme agradecieron.
Tengo sueños aún al partir y mi latir podría dibujar un nombre entre unas almohadas y dos peluches que son los guardianes de algún anhelo que prefirió ser recuerdo.
Pronto partiré lo sé… y sí tengo miedo, pero no de partir o convertirme en olvido.
Pronto partiré pero no olvidaré las luchas ni las sonrisas que me salvaron…
Los sacrificios fueron sólo enseñanzas y espero las sigan enseñando…
Pronto partiré porque ya habré cumplido la voluntad de mi Padre…
…es cierto,
es cierto porque he pecado. Se me encomendó dar y amar sin retener y pretendí querer, luego soñar y prometer… quise retener y dar todo mi amar a una persona sabiendo lo que las escrituras me ordenaban.
“tu felicidad se basará en la sonrisa de los demás… te he entregado un don de amar y dar, tienes prohibido ofrecerlo egoístamente a una sola persona”
tengo miedo porque sólo cumplí… y aún así no fui feliz.
tengo miedo porque el mundo aún no entiende.
tengo miedo porque partiré y otros vendrán y sufrirán.
tengo miedo porque al final de todo sólo soy humano…
tengo miedo porque me atreví a escoger… pretendí alguna vez ser feliz y hoy sólo olvido.
tengo miedo porque tengo miedo
…no fue fácil ni un sólo día, no fue fácil tocar las almas de ese camino que me encargaste… no fue fácil ser el único que así entendía.
Adoré cada “gracias” y respeté cada llanto. Te entregué cada dolor y sabes que por ti luché.
No fue fácil.
Siempre mi rincón me recuerda que la soledad es mi fiel eterna compañera. Siempre mi soledad ha callado para escuchar o gritarme mi realidad.
Escogí un camino… escogí ser del tiempo pasajero. Sólo pasajero de tantas realidades para siempre volver.
Tiempo pasajero… entregué mi alma y siempre bastó una sola sonrisa de alguien para justificar mi día.
Cuando muchos me cuestionaban yo más daba… y sí que lo sentí un milagro.
Gracias Padre por el don… gracias por permitirme partir.
Pronto partiré…
Vivan y amen… no pierdan instantes mágicos y milagrosos de vida en sentimientos malos… perdonen, continúen, abracen y sonrían. Nunca sabemos cuándo puede ser el final de algo maravilloso pero sí podemos comenzar algo maravilloso cuando nosotros lo deseemos.
Regálense amor y vivan mirándose el alma y tocando la de los demás.
Bendiciones mientras pueda entregarles mi amor.
Gracias mis jóvenes amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario