Dicen que los días son rezagos de sueños, de quienes no llegaron a ver este atardecer.
Dicen que pueden ser milagro o sólo una fecha.
Dicen que a veces, sólo a veces, pueden inmortalizar a alguien en un adiós o un abrazo…
…días.
De donde yo vengo no solemos mirar pero sí sentir…
no obedecemos manecillas sólo lo que nos indica el alma.
de donde yo vengo… es a donde muchos buscan llegar.
No existe día más importante que éste ni compañía más grata que la paz del alma.
Dios me ha llamado tantas veces que siempre he partido sin saber volver.
Recuerdo donde he estado pero no cómo volver.
Mi mirada guarda algunas historias y mis manos otros esfuerzos.
He caminado mucho y me he sentado en la mesa del justo. He combatido batallas que yo no terminaré.
No tengo pertenencias más allá de un regalo que duerme conmigo para recordar que el amor existe.
Días… nunca el día amanece terrible porque es una oportunidad de dibujar la voluntad. De darle cuerpo al espíritu.
Llegué a este mundo un día… desde ahí sólo soy inquilino.
Un día me regalaron la libertad y partí de mi hogar…
Un día me senté en una mesa redonda y pese a ello supe a quién respetar y agradecer.
Un día partiré… lo sé.
Un día... un día se dibuja con amor y con los ojos cerrados.
De los días “dicen”… y ustedes, jóvenes y bellos espíritus, qué dicen o desean que se diga o escriba de vuestros días?
No esperemos recibir un abrazo… hagamos que nazca y démosle vida.
Un “gracias”, un “te quiero”… un “yo puedo”… nosotros le ponemos precio en cualquier día.
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