Amor y dolor…
Los digo rápido y se confunden.
Vivo a uno y el otro nace como condición inseparable para existir.
Esta noche tengo tanto miedo que el dolor me envuelve y me levanta el rostro para ver que te has ido… o recordar que has partido así distante y fría.
En ese lugar… en esa esquina… en ese momento me fui quebrando y sin temores confesando.
En el camino aposté mi vida y el llanto sólo me permitió recordar a los fantasmas pero los demonios nunca partieron… y como nocturnas bengalas te sujetaron para prohibir amarme... y pareciera que tú los dejaste.
De mi raido camino, de las historias, de las voces que me recuerdan… sólo tengo mi tesoro. Sólo tengo mi esencia.
Tengo miedo y soledad en mi vida… tu mirada esperaba la partida o mi silencio… y tu palabra me apuñaló en la herida.
Fuiste un milagro y muerte… fuiste amor y dolor en mi vida.
Me abrazaste tantas veces con cada sonrisa y me despreciaste más con tu partida.
Tengo tanta pena en el alma que no puedo continuar…
tengo tanta ausencia que sé que ya no estás…
tengo tanto dolor que el amor me grita libertad…
las melodías más tristes han venido al velorio en ese parque lleno de nuestros pasos, esos pasos de lo que borraste tus huellas.
Lejos de mí preferiste respirar…
lejos de mí esperaste para amar…
lejos de mí deseaste que te conozcan para mi tumba no visitar.
Sólo soy una brisa y fui tal vez una melodía que te prohibieron disfrutar.
…
Esta noche ha sido asesinado el amor.
Esta noche tengo miedo… esta noche…
Esta noche tú no estás.
Esta noche te confesé mi secreto más celoso y mi amor más puro… y tú sólo te dejaste, por los demonios, secuestrar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario