Buenos tiempos mis jóvenes amigos...

He venido a este Mundo para dar amor y abrazar con el alma la esperanza de vida. Ayudar, dar y amar... todo es un mismo sentido de vida. Agradezco a los elementos del Universo por darnos su energía y por permitirnos compartir cada día.
Dios... nos bendice con el día y el respirar que son un milagro.
Gracias a Dios Padre... y gracias a las voluntades de cada uno de ustedes de amar y sonreír.

martes, 12 de julio de 2011

Es tiempo de partir...

He reposado en el prado de un pueblo que me albergó con sus historias, costumbres, con su amor y con su confianza.
El amor es mi idioma y no necesito pasaporte para andar.
Cada tarde puedo partir con el Sol al ritmo de los vientos sin destino y sin pesar porque mis huellas van en las sonrisas y no en lo material.
He gozado del consuelo de mi madre y de mi propio llanto para saber poder amar.
Mi madre me dio la vida… y mi padre la libertad… y pude andar porque Dios me obsequió el espíritu y el alma, y aprendí que los regalos son para valorar y amar.
Cada noche junto las sonrisas del día y me echo a soñar.
Veo la tristeza y sé que debo de buscarla… porque algunos necesitan de un abrazo, una mano, una mirada, una sonrisa, una confianza, un escuchar… o a veces de sí mismos.
La vida… este maravilloso regalo de Dios. Nosotros somos vida y vida es nuestros actos… hagamos una vida milagrosa. Alejemos al egoísmo que es el burdo ladrón del amor.
Donde hay egoísmo hay muchos sólo mirando y los malos haciendo…
Donde hay egoísmo hay desperdicio delante de los que pasan frio…
Donde hay egoísmo hay derroche frente al hambriento…
…donde hay egoísmo no estoy yo.
Discriminemos sí… al egoísmo, a la indiferencia y a los miedos.
Recordemos que no estamos solos. Somos una gran familia… aceptémonos y abracémonos sin temores ni distancias. Expresemos el amor que es lo más intenso que vamos a sentir… y seguro no lo expresamos por miedo a ser sinceros con nosotros. Yo he abrazado y amado tanto que he llorado de dicha… y aún hoy continuo abrazando en el camino que desconozco recorrer.
Yo, yo agradezco a Dios… a Dios que no tiene religiones ni idiomas, al que sólo te mira y sonríe, al que confía y te perdona porque es infinitamente bondadoso.
Es tiempo de partir lo sé.
Es tiempo de vivir y de compartir porque ¿de qué sirven las historias si no hay a quién contárselas?
…es tiempo de andar con el clima y tal vez luego de volver... para seguir partiendo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jamás nos dejes trovador de almas pues tus palabras son tan enriquecedoras para el alma.
te amammo y necesitamos.

Luciana Martinez