Se detuvo luego de tres pasos, siempre tan característico en él, volteó(algo clásico luego de una despedida) y la miró entre triste y sonriente, algo confuso fue ese instante.
Pareciera que él esperaba que así sucediera pero aún así se le notó el dolor en la mirada confusa y vaga que pretendía mostrar calma... pero aún "ella" estaba quebrada.
Con las manos en los bolsillos se quedó en esa esquina esperando que "ella" parta para poder ser sincero y llorar o gritar, según sea el tiempo de esa última mirada.
Así los vi, así sucedió, él tan ajeno en su preocupación y "ella" tan confusa ante algo que él sí auguraba... mas no esperaba.
Varios días han envejecido, algunos instantes son parecidos y aún lo sigo viendo entre esas mismas bancas, pareciera que aún la espera o desea recordarla a diario acá entre sus propias manos que dejaron que parta. Aún se le ve cómo busca su aroma entre esos espacios que ya no la guardan.
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