Buenos tiempos mis jóvenes amigos...

He venido a este Mundo para dar amor y abrazar con el alma la esperanza de vida. Ayudar, dar y amar... todo es un mismo sentido de vida. Agradezco a los elementos del Universo por darnos su energía y por permitirnos compartir cada día.
Dios... nos bendice con el día y el respirar que son un milagro.
Gracias a Dios Padre... y gracias a las voluntades de cada uno de ustedes de amar y sonreír.

jueves, 22 de enero de 2009

...esa semana...

Debo de contarles… mas no debo de confesarles... ni siquiera a "ella"… y menos a mí.

Saben, es cierto, estuve ahí o al menos eso recuerdo… ese eco de reflejos y voces taciturnas ciegas de la verdad infinita y ese destello crepuscular que engaña al día para dormirlo en noche y ser el juramento de los enamorados ante esa su cómplice la Luna que era el portal desconocido… ese, ese es el mapa al mundo, a ese mundo, a ese sus mundos entre el recuerdo más recordable de recordar y esos gritos que se encantan con las solas miradas… allá, allá existe ese mundo de alquimias en donde se mezcla el sudor, se entrega la sangre y se abraza el esperma de decir Te Amo…

Existe ese mundo mágico… he visto a esos sus inquilinos e inocuos pasados… he visitado esa estancia en donde el tiempo no existe, en donde el verbo es su palabra y en donde sus abrazos son de desear "que jamás me suelte por favor"… y su mano me tatuó “el que si nos cogemos lo podremos todo”.

He visitado un instante esa maravilla de vida, más allá de esta vida y estas sus instancias… más que lo que se ha imaginado… no era utópico ni soñado…era cierto con ese amor en su mirada y con ese “SÍ” en sus besos… ese mundo era cierto y aún así tuve miedo, ingresé con temor y valentía, ingresé y me dejé llevar y entendí que “ella” sí existe y que ese mundo era para nosotros y para que lo encontráramos juntos… musité mi alma a su oído y la abracé llorando aunque ella no lo haya visto…
Un mundo distinto, un universo ideal y mucho más de lo soñado y esperado… tanto que ahora “ella” cree que no pudo ser cierto… cree que eso fue todo y más, y no conoció ni el inicio de esa promesa de vida y esas ganas de volar al infinito de su mano y velar por sus sueños…
Yo partí con dolor de ese mundo, de ese mi mundo que cuidaron los abuelos de los abuelos para los enamorados ideales, para los escogidos, para los amantes eternos… para “ella” y para mí…

Regresamos con dolor a este universo de contagios y temores, de voces opacas y miradas fortuitas, luego de unos días no recordaba como era este viejo mundo lleno de eso de lo cuál siempre me protegí por sólo soñarla… pero ahora sé que existe y es mucho más de lo que jamás sentí… mucho más…
“ella” se va alejando de mi tiempo y de mi mirada… ya no coge mi mano y el mudo la aleja y olvida la mirada que le dice que la quiero con mi alma y que ésta le pertenece y mi garganta no sigue su rumbo… ya no me ayuda a establecerme en ese mundo… ya no hay un lugar en los rincones de las estaciones que por “ella” eran eternas… ha cerrado sus ojos para encadenar su alma con su corazón y en esa mirada ciega la ha cogido de la mano ese su burdo pasado… ese su olvido presente que la mece entre días en que la veo desde la vitrina del olvido… es así que me dejaré caer en los copos de su rumbo y convertirá mi nombre en un suspiro para luego ser olvido… mientras yo aún sueño ser el reflejo que haga brillar sus ojos… y querer ver su sonrisa en mis sueños …otra vez… sin más migajas.
Jamás supe que ese beso era el último ni que partiría o huiría del tesoro de su latir y de que su pecho agite al mío... y que nuestros pasos nos lleven a ese bello mundo… del cual no sé si regrese… pues “ella” se aleja por temor a querer seguir queriendo… mientras yo ya olvidé su nombre para nombrarla “Mi Amor”… y hasta me olvidé de quererla para “Amarla” con mi alma y con todo lo que esto implica en el sentido más absoluto de sentir el alma suya y mía como una sola para existir y para abrazarla hasta el altar, ese de juramentos en donde por ella los sentimientos son eternos y no son promesa…. son amor… y hoy que lo sé, hoy que la Amo en este mi silencio, tiemblo por querer decírselo… y tiemblo por seguir perdiéndola, tiemblo por no ser más de lo que “ella” pudo haber esperado… tiemblo por no tenerla y mostrarle este bello y eterno mundo… tiemblo, tiemblo porque la Amo y esto es mucho más de lo que puedo aguantar, mucho más de lo que se pudo soñar, mucho más de lo que merezco, mucho más de decirlo… tan indescriptible, tan mágico como inalcanzable, tan como “ella”, tanto como susurrarle al odio que “La Amo” y que me abrace para sentirla viva.
Hoy el silencio me amarra el alma y sólo me ha permitido llorarla en mi insana solitaria… en esa mirada de su retrato, en ese recuerdo de esa increíble e inalcanzable semana… recordarla mientras “ella” escogió ir olvidando y cogió otra mano… por otro rumbo lejos de este mundo, soñado… y así maldeciré cada instante de ausencia que no hable con “ella” y cada nudo que siga evocando dolor…
Y aún así la amaré… sí, porque la amo, porque aprendí a quererla toda y en esa semana la sentí eterna, sincera bella y enamorada… la conocí queriéndola, y ahora la descubrí y desnudé amándola…

No he vuelto a ese Mundo, no quiero regresar solo, no quiero seguir queriendo… sólo quiero amarla… y que me diga al oído una respuesta… sólo eso… pues su abrazo me dio su alma y sus besos me descifraron su corazón.
La Princesa debe de regresar a ese su Mundo que cuidaron para “ella”... tan mágico, tan soñado, tan bello y tan cierto… sólo por su eterna felicidad...

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